Los antibióticos generalmente se refieren a los antimicrobianos farmacéuticos que están diseñados originalmente para combatir y matar las bacterias que causan enfermedades. Desafortunadamente, los antibióticos sintéticos pueden matar tanto las bacterias buenas como las malas presentes en el cuerpo. A su vez, la microflora viva que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico puede agotarse.
Además, los médicos no prescriben antibióticos tan fácilmente como lo hacían antes. Esto se debe a que los estudios demuestran cada vez más que el uso excesivo de antibióticos farmacéuticos permite que los patógenos objetivo, desarrollen resistencia a los antibióticos.
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¿Por qué incorporar antibióticos naturales?
Existe una preocupación real de que esto podría conducir al desarrollo de «súper bacterias» que son impermeables a cualquier antibiótico químico conocido, lo que podría dar lugar a brotes de infecciones para los cuales no hay remedio. Para aliviar estos problemas, puede ser extremadamente útil incorporar hierbas y alimentos con propiedades antibióticas en la dieta diaria.
Aunque esto no elimina la necesidad de tomar antibióticos recetados por el médico, si es necesario, comer alimentos que tengan propiedades antibióticas ayudará a asegurar que tu cuerpo pueda combatir las bacterias infecciosas por sí mismo.
Estas fuentes de antibióticos naturales, alimentos y hierbas, ayudarán a fortalecer la inmunidad del cuerpo y reducirán la necesidad de tomar antibióticos sintéticos para los problemas de salud menores que puedan surgir.
4 Hierbas y alimentos antibióticos más eficaces
Ajo
El ajo tiene propiedades antibacterianas y antivirales que se han utilizado durante siglos en el tratamiento de enfermedades menores y mayores. El ajo al igual que la cebolla contiene compuestos de azufre que se usan comúnmente como elementos clave en los antibióticos.
Puedes usar el ajo para ayudar a combatir los resfríos, la gripe y la bronquitis. Puedes comer de 2 a 6 dientes de ajo crudo todos los días. Sin embargo, si te resulta difícil ingerir dientes de ajo crudos, puede comprar cápsulas de ajo y tomarlas con las comidas.
Para aplicaciones tópicas, puedes usar el jugo del ajo machacado, o perforar una cápsula de ajo, y aplicarlo tópicamente en el área infectada.
Repollo
El repollo o col contiene componentes de azufre que tiene propiedades antibióticas y además combaten el cáncer, y al igual que muchas otras frutas y verduras, la col contiene vitamina C, que es un antibiótico natural.
El jugo de repollo se usa popularmente para tratar las úlceras estomacales. Si tienes una úlcera estomacal, bebe media taza de jugo de repollo fresco hasta tres veces al día durante dos semanas consecutivas, ayudará a mejorar los síntomas.
Equinácea
El té de equinácea se usa comúnmente para aliviar los síntomas del resfrío común. Esta hierba es un conocido destructor de infecciones, ya que ayuda a mejorar el sistema de defensa de un individuo en la lucha contra las bacterias. La Echinacea puede ayudar a estimular el sistema inmunológico.
Sin embargo, no debe utilizarse de forma continua o a largo plazo. La dosis recomendada es de 3 a 15 gotas de extracto líquido de Equinácea mezclado en agua, tres veces al día. Para casos de infección aguda, el extracto líquido de equinácea se puede tomar cada dos horas.
Miel
Antes de que incluso se desarrollaran los antibióticos sintéticos, la miel se usaba comúnmente como un tratamiento antibacteriano en casi todas las culturas del mundo. La miel contiene enzimas que tienen la capacidad de prevenir el crecimiento de bacterias.
Quienes practican la medicina china creen que la miel es capaz de armonizar el hígado y neutralizar las toxinas. La miel se usa para muchos problemas de salud, como aliviar heridas dolorosas y úlceras estomacales.
La investigación revela que la miel derivada de la flor de manuka ayuda a prevenir que el estreptococo pyogenes impida el proceso de curación de una herida.
Agrega estos alimentos y hierbas a tu arsenal de antibióticos naturales para que puedas estar preparada para combatir dolencias menores que puedan surgir. Para terminar siempre es conveniente consumir algún probiótico como puede ser el yogur o alimentos fermentados para restaurar la flora bacteriana benéfica de los intestinos. Sin embargo, siempre consulta a tu médico primero. No realices el autodiagnóstico ni la administración de antibióticos naturales, especialmente si estás embarazada o tienes alguna afección médica preexistente.
